Con manos sangrantes, rosas has pintado.
Rosas has tatuado en este corazón,
del que florecen lágrimas de tinta.
Y en cada espina
se enreda el suspiro de un grito ahogado.
Y a esta rosa la dibujas, y se te queda
un poco del llanto,
de marcas en el papel
donde fue nuestra historia.
Me tienes en el infinito vacío,
del que tienden los hilos infinitos,
con locura exquisita
que pude haber elegido
para caer en las ventanas de tu alma.
Tinta de rosas es la que alguna vez tomé para soñar otra vez.
La tinta es corrosiva, amable, hipnótica…
Tinta que dejas caer sobre tus lamentos.
Tinta que sabes es un veneno total para mis recuerdos.
Nunca creí que las palabras fueran tan crueles.
Me tragué todas tus lágrimas,
un elíxir del control.
¿Por qué esta vida es tan dulce?
¿Por qué la tinta tiene el mismo sabor que la muerte?
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